Abres los ojos llamada por el halo de luz que entra a través de los resquicios de la persiana. Aún es tenue, pero la tímida nota cálida en ese halo furtivo te hace pensar que quizá esté llegando una nueva estación. Hace exactamente dos años también pensabas en la primavera, pero no pudiste sentir como los rayos del sol calentaban tu piel cada día más rápido. Cada mañana oías los pajaritos -¿serían gorriones?- desde la ventana del salón. No se te olvidará jamás. Pero ellos sí pudieron salir volando. Tú te quedaste encerrada.
"La simultaneidad de la rutina y la catástrofe", puf. Menos mal que nos queda el café. Me ha encantado, geme 💛
Leerte y leerme en muchos rincones que no sé ni cómo nombrar. Abrazo!
Pelillos como escarpias... conmueve leerte.
Feliz domingo! Que sería de nosotros sin esos momentos cafetera 🤗
Brutal... Domingos de zasca y amor. Gracias cari.
L.