Últimamente estoy un poco quejica, pero no es como años atrás. Ahora me doy cuenta de ello, y por banal que esto parezca, cambia mucho el panorama. Pero ni mi momento álgido de vomitera quejumbrosa puede superar a lo que he visto estos días a mi alrededor. Era como el canto de las chicharras en agosto, rítmico y constante, solo que en vez de emitir cantos de apareamiento (por supuesto que lo he buscado en Google) solo se oían dos palabras desesperadas.
#11 - La del calorro, la queja y el optimismo
#11 - La del calorro, la queja y el optimismo…
#11 - La del calorro, la queja y el optimismo
Últimamente estoy un poco quejica, pero no es como años atrás. Ahora me doy cuenta de ello, y por banal que esto parezca, cambia mucho el panorama. Pero ni mi momento álgido de vomitera quejumbrosa puede superar a lo que he visto estos días a mi alrededor. Era como el canto de las chicharras en agosto, rítmico y constante, solo que en vez de emitir cantos de apareamiento (por supuesto que lo he buscado en Google) solo se oían dos palabras desesperadas.